Fraude Alimentario. Un Problema Global

¿Ha oído hablar del fraude alimentario?
El fraude alimentario es un término colectivo que se utiliza para describir la alteración deliberada e intencional de alimentos o envases de alimentos, o declaraciones falsas o engañosas sobre un producto, con fines económicos.
Podría, por ejemplo, mezclar un ingrediente líquido de alto valor con un líquido de menor valor, como agregar agua a un jugo de naranja 100% natural. Este tipo de fraude alimentario también puede ser potencialmente peligroso para los consumidores si, por ejemplo, el aceite de oliva se diluye con aceite de árbol de té, que es potencialmente tóxico.
Las personas confían cada vez menos en los alimentos que consumen, lo cual es bueno. En los últimos años, el fraude alimentario se ha convertido en un problema mayor para los consumidores, pero las fuentes señalan que existe desde 1784.
El fraude es una actividad delictiva motivada económicamente. Como empresa alimentaria, es fundamental contar con medidas de control para reducir el riesgo de fraude alimentario.
Para estimar la vulnerabilidad al fraude alimentario se consideran 3 factores: oportunidades, motivación y medidas de control inadecuadas o nulas. Generalmente se calcula como la siguiente ecuación:
Oportunidades + motivaciones – medidas de control= vulnerabilidad
Oportunidades:
Debemos considerar si nuestro producto pasa por una larga cadena comercial, en la cual se pueda presentar alguna incidencia, como medida de control, busquemos comprar a distribuidores reconocidos o representantes de la marca, quienes tendrán mejor cuidado sobre la misma.
Motivaciones:
Un factor en la motivación es si el producto se encuentra en “boom” por su origen, composición, propiedades y tiene alta demanda, debemos asegurar los controles en la cadena de suministro para garantizar el producto.
Medidas de control:
Medidas que tomamos para controlar las oportunidades y las motivaciones que se puedan presentar dentro de la cadena de suministros, como las que se encuentran:
• Certificados de análisis de proveedores de materias primas.
• Análisis de materias primas. (Incluyendo análisis de identidad).
• Auditorías de las cadenas de suministro.
• Uso de sellos de seguridad y sellos de garantía para la materia prima entrante y saliente.
• Mejores procesos de aprobación de proveedores.
• Pruebas de balance de masas en las instalaciones del proveedor de la materia prima y productos adulterables.
• Cambios en la cadena de suministro. Por ejemplo, cambio de proveedor o cambio a una cadena de suministro más corta.
• Proveedores con sistemas de gestión de la calidad o de la seguridad alimentaria certificados
Se recomienda que estos procesos y controles sean auditados y certificados por empresas independientes, es decir por un tercero, ayudando a minimizar el riesgo de adulteración.
En Freshzilla contamos con la certificación BRC para asegurar proveer alimentos seguros eliminando la posibilidad de un fraude, nosotros nos encargamos de cuidar todos los controles en la cadena de suministro. donde cumplimos con los requerimientos para evitar el Fraude Alimentario. Asegurando así nuestros productos y brindarles a nuestros clientes productos seguros y frescos listos para consumir.
Marlene Guzmán (Septiembre 2020)
REFERENCIAS:
http://www.alimentacion.enfasis.com/articulos/82377-fraude-alimentario-un-problema-resolver-
https://www.globalstd.com/blog/fraude-alimentario/
https://www.ainia.es/noticias/seguridad-alimentaria/fraude-alimentario-y-confianza-del-consumidor-gato-por-liebre/
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